Con esta, su primera obra, que transcurre en Barcelona, la escritora chilena Mariana Jara se ha convertido en un éxito editorial en España y ha sido catalogada como la Carrie Bradshaw de ese país.
Con justa razón. Porque sus relatos saben captar el hilo de nuestro tiempo: es verdad que nos resulta más fácil desvestirnos ante un desconocido, pero eso no quiere decir que hayamos dejado de buscar la felicidad.
Las atrevidas historias recopiladas en Tacones urbanos nos presentan a un grupo de amigos treintañeros, solteros, independientes y con el amor y el erotismo a flor de piel.
Mar, la protagonista, suele reunirse con sus amigas y el incondicional Toni en el Dostrece, su bar predilecto. “No soy de piedra”, debe recordarles Toni, cuando ellas confiesan los detalles de sus encuentros íntimos en el metro, en el videoclub, en el mercado y hasta en la peluquería.
Son roces de miradas, prendas que sobran, pieles erizadas y olores sensuales los que atraviesan estas páginas, en las que se retratan las luces y sombras de las relaciones de pareja en el mundo acelerado en el que vivimos.