Lagos de aguas cristalinas, macizos imponentes… La Vall d’Aran ofrece un paisaje idílico que invita a hacer excursiones. Bien lo saben los hermanos Sergi y Pol Juliana, ya que su madre tiene un pequeño hotel en la montaña.
Incondicionales de ese entorno, madre e hijos, junto con la mujer de Pol, deciden subir el tuc de Mulleres. Pero lo que habría podido ser una plácida salida familiar, se acaba convirtiendo en una experiencia que marcará un antes y un después en las vidas de todos ellos.