Al protagonista de este cuento hay días que todo le sale mal. Y cuando la abuela lo va a buscar a la salida del cole, se encuentra con que su nieto hace cara de perro.
Por eso lo lleva al parque (para que corra con los otros perros) y luego le prepara una auténtica cena de perro (salchichas y puré de patatas).
Cuando se va a la cama el niño aún hace cara de perro, pero es el perro más feliz del universo.