Pequeña historia de un plantador de casas

Ilustrado por Roberta Bridda

Pau y su familia vivian felices en una casa hecha de encinas hasta que un día un incendio arrasó el bosque.

Gracias a la lluvia que empezó a caer de golpe, la casa se salvó en el último suspiro.

Ese otoño cada uno de los hijos de Pau plantó un puñado de bellotas para construirse su propia casa. Y los amigos de los hijos también plantaron, y los hermanos de los amigos también…

Y así, poco a poco el bosque quemado volvió a ser verde de nuevo.