Ciara ha regresado al pueblo donde creció con un claro objetivo: quiere reformar la casa que su madre le dejó en herencia y usar el dinero que gane vendiéndola para empezar de cero en cualquier otro lugar, lejos de ese pueblecito del sur de Irlanda lleno de rumores, donde todos la critican a sus espaldas. Sabe lo que dicen: «mala hija, abandonó a su madre».
Sin embargo Ciara no logra escapar de las voces del pasado que resurgen con cada plato que tira, cada mueble que desmonta y cada pared que pinta. Cada recuerdo, cada secreto distorsiona más lo que creía saber de su familia, y convierten su pasado en algo desconocido.
¿Y si no conocía de verdad a su madre? ¿Y si solo supo ver a la triste, arrugada y frágil Edna?
Cuando abres las puertas al pasado, corres el riesgo de no poder volver a cerrarlas.