Hace ya dos años que escribo este diario y parece que se ha convertido en mi mejor segundo amigo. El primero sigue siendo Max. Ahora que tenemos catorce años nuestra amistad ha madurado pero el amor que siento por él se está poniendo interesante y… también un poco complicado. Además, no hay quien despegue a mamá de Manel, quien además tiene un hijo pequeño. Y encima el abuelo Ignasi se ha enamorado.
Por si todo esto no fuera suficiente, el pueblo está en peligro: una empresa promotora se propone transformar el precioso paisage de Dunas. Nuestra pandilla tiene mucho que decir.