Lo que no se dice es como si no existiera, le había dicho el abuelo un día. Y ya era hora de existir. Álex, hasta ese momento, solo había vivido de puertas adentro. Ahora ya no había marcha atrás. La cámara encendida le pedía que hablase.
Soy Álex, un chico transexual. Abro este Vlog para compartir con vosotros mi vida. Quien me conozca y vea este vídeo entenderá muchas cosas, o incluso no comprenderá o no querrá comprender nada. Lo distinto asusta, da vértigo porque nos obliga a cuestionarnos tantas cosas… Por eso hago este vídeo, porque no quiero tener miedo ni vergüenza de ser quien soy.
Antes de que le diese tiempo a pensar, conectó la cámara al ordenador. Veintidós segundos. Ese fue el tiempo que tardó el archivo en subir a la Red.
«22 segundos» se refiere, en primera persona, a momentos de la infancia y la adolescencia de un joven transexual que, desde los primeros años, sabe que su identidad de género no coincide con el sexo que le asignaron al nacer. Un trabajo que busca hacer visible, desde la empatía, a un grupo de personas históricamente silenciadas y denigradas que luchan para que dejen de ser consideradas enfermas ante las leyes y la sociedad.