En la mitad sobría, la música y la muerte son la única verdad, y los saben todo. La familia es un hormiguero en el que cesa la comunicación, un panal que deja morir la dulzura: la herencia genética brota como los hongos.
Cuando el amor se rompe, la mitad del mundo se apaga y nace el mito. La resignación puede ser una forma imperfecta de felicidad, y la imaginación es la única puerta de escape, la única esperanza. El miedo, la culpa, el silencio y la mentira entretejen estas páginas, donde habita un tesoro que es la palabra y la redención.
Narrada por múltiples voces que la configuran, esta historia es la de una mujer que pierde hasta su propio nombre y atraviesa la indigencia hasta alejarse lo más posible de todo, también del deseo.