Kim Amate realizó estudios de ilustración, diseño gráfico y pintura. Ha trabajado como diseñador gráfico y como técnico de preimpresión hasta el 2009, momento en que pasa a dedicarse al mundo editorial como ilustrador, diseñador y maquetador freelance, principalmente para el público infantil y juvenil.
En el año 2009, Kim Amate recibió el XXIX Premio Destino – Apel·les Mestres por el álbum La ventana infinita, de Andrés Pi Andreu.