Ninguno es mi nombre

Homero, objeto de fascinación y controversia desde el principio de la tradición literaria de Occidente, tiene un rango excepcional en la cultura universal y su identidad constituye uno de los enigmas más antiguos de la historia.

Ninguno es mi nombre da noticia de la resolución de la cuestión homérica a quienes no son especialistas ni tienen los medios para estudiar los textos originales.

Tales, legislador y poeta, nació en Gortina, Creta, en 665 a. C. Asociado con Trasíbulo, estableció en Mileto el régimen de tiranía arbitrada en 624 a. C. Murió en 581 a. C.

En 613 a. C., al iniciarse la guerra entre Mileto y Lidia, Tales promovió la actuación de los homéridas en las ciudades jonias aliadas de Quíos, Esmirna y Colofón. Así llegaron la Ilíada y la Odisea a los oídos y la memoria, primero de Jonia, y luego de toda Grecia.

En 602 a. C., terminó la guerra entre Lidia y Mileto. La Ilíada incluyó desde entondes el escudo de Aquiles, como homenaje a la paz; y la Odisea tuvo un nuevo final, donde Ulises acordaba la paz con los familiares de los pretendientes.

Hacia 590-585 a. C., Tales publicó mediante los homéridas un panfleto donde revelaba que él mismo escribió la Odisea, y que Homero, autor de la Ilíada, se llamó así porque su padre, rey de Pafos y sumo sacerdote de Afrodita, fue entregado como rehén (“hómero”) por los chipriotas al rey Midas.

Existe traducción completa al inglés